¿Qué es la paridad?
(Por
Belén Valenzuela Requena)
Capítulo 43 de CIENCIA, y además lo entiendo!!!
Asimov nos
contó en 1973 que los objetos que poseían la simetría de paridad (P) eran
idénticos a su imagen en el espejo. La letra “x” tiene simetría especular
mientras que la “p” no tiene simetría especular: la imagen especular de “p” es
“q”. También nos contó cómo definir la paridad en los procesos de partículas
subatómicas y así decidir si un proceso cumple esta simetría o no.
Pero
¿qué se entiende por simetría? La simetría siempre ha fascinado al ser humano,
la simetría de las flores, de los copos de nieve, del panal de las abejas,
nosotros mismos somos casi simétricos. Podemos definir simetría como una
transformación en la que haces a algo y que cuando terminas de hacerla está
igual que antes. Así, por ejemplo, si a un objeto cuadrado lo rotamos 90º no lo
podemos distinguir del objeto original. El “algo” en nuestro caso sería las
leyes de la física. Así, las leyes de la física tienen la simetría de la
paridad, si cuando realizamos la transformación de la paridad cambiando sus
coordenadas por sus opuestas, las leyes permanecen invariables. Asimov también
nos habló de otras dos transformaciones que se pueden aplicar a las leyes de la
física: la conjugación de carga C en la que las partículas se transforman en
sus contrarias, antipartículas, y la inversión temporal T en la que se invierte
el sentido del tiempo como si viéramos una película marcha atrás.
¿Por
qué los físicos se preocupan tanto de las simetrías de las leyes? Hasta
Einstein las leyes de la física tenían que cumplir las simetrías que observamos
en el Universo y eso ya es suficientemente importante. Pero Einstein hizo una
revolución en el pensamiento [1]. Él construyó su teoría de la relatividad requiriendo que cumpliera ciertas simetrías.
Esta idea cuajó en la física moderna y la simetría es el mejor aliado de los
físicos para construir las teorías que describen tanto la física subatómica,
como un imán, como el Universo. En este sentido la simetría es bella y
fructífera.
En
particular, las simetrías C, P y T van a tener un papel fundamental en la
comprensión de nuestro universo. En 1927 Eugene Wigner propuso que nuestro
mundo cumple la simetría P con lo que la imagen en el espejo del mundo se
comportaría de la misma manera. La simetría P estaba firmemente establecida
para la interacción gravitatoria, la interacción electromagnética y la
interacción fuerte pero a mediados de los años 50 Tsung Dao Lee y Chen Ning
Yang pusieron de manifiesto que la situación era más confusa para la
interacción débil. Estos investigadores contactaron con la investigadora
Chien-Shiung Wu para proponerle experimentos que pudieran averiguar qué ocurría
con la interacción electrodébil. Wu, junto con la National Bureau of Standards
demostraron en 1956 que la fuerza débil no cumplía la simetría P.
Para
entender el experimento a nivel fundamental necesitamos adentrarnos
brevemente en la interacción nuclear
débil y en el Modelo Estándar (ME). El
ME es la mejor teoría de la comprensión de nuestro Universo que tenemos hasta
la fecha. En la época en que Asimov escribía su libro “100 preguntas básicas
sobre la Ciencia” el ME se estaba construyendo. En este modelo existen dos
tipos de partículas con distinta naturaleza, los fermiones y los bosones, estos
últimos son las partículas intermediarias de las interacciones. Los fermiones
más conocidos son los neutrones, protones, electrones y neutrinos [2] y el
bosón más famoso es el fotón, que es la partícula intermediaria de la
interacción electromagnética. Lo que nos interesa a nosotros para nuestra
historia es que este modelo propone que los neutrones y protones no son
partículas fundamentales si no compuestas y están formadas por partículas ahora
sí, fundamentales, llamadas quarks [3]. En particular un protón está formado
por dos quarks up (u) de carga +2/3 y uno down (d) de carga -1/3, es decir,
protón=uud con carga=+2/3+2/3-1/3=1, y un neutrón está formado por dos down y
uno up, es decir, neutrón=ddu con carga=-1/3-1/3+2/3=0.
La
interacción débil es la responsable de la desintegración radiactiva que da
lugar a la fisión nuclear y con ello a la posibilidad de la bomba atómica. Es
la única que puede cambiar los sabores de los quarks y transformar un quark
down en uno up o viceversa. Así la interacción débil puede transformar un
neutrón en un protón. En la reacción se emiten además electrones (e-) y el antineutrino (ν, antipartícula del esquivo neutrino). De hecho, los
neutrinos y antineutrinos interaccionan con la fuerza débil y no lo hacen ni
con la fuerza fuerte ni con la electromagnética. Una posible reacción sería:
d -> u + ν + e-
Los
quarks y los electrones están compuestos de una parte dextrógira y otra
levógira. El experimento solo se podía entender si la interacción débil
involucraba únicamente la parte levógira del quark y los antineutrinos eran
dextrógiros sin correspondiente parte levógira. Los neutrinos dejan de
manifiesto que la simetría de paridad está rota. En aquel momento en el que se
creía que el neutrino no tenía masa el neutrino se describía como un fermión de Weyl. Este fermión cumplía
las mismas ecuaciones que otros fermiones pero con masa cero lo que le daba
unas propiedades especiales.
Lev
Landau propuso entonces que la conjugación de la carga junto con la paridad
–simetría CP- se tenía que conservar. Allí
donde una partícula no era simétrica, su antipartícula tampoco lo era, pero de
manera contraria. En palabras de Asimov, si una partícula era como “p”, su
antipartícula era como “q”. En 1964 se
observó indirectamente que esta simetría también estaba rota en algunos procesos
que involucraban la interacción débil. No fue hasta 1990 que la rotura de esta
simetría se pudo comprobar de forma directa. No voy a entrar en los detalles de
los experimentos pero las consecuencias de este descubrimiento fueron enormes
ya que entre otras cosas predijo la existencia de la tercera generación de
quarks. Subsiguientes experimentos fueron encontrando los quarks puntualmente
completando así el ME.
Con
gran sorpresa en los años 90, Takaaki
Kajita y Arthur McDonald, descubrieron que los neutrinos sí tienen masa. Por
este descubrimiento han recibido el premio Nobel recientemente (año 2015). El ME fue pensado para describir
neutrinos sin masa y actualmente se está trabajando intensamente para arreglar
esta fisura. El descubrimiento dio lugar a innumerables experimentos sobre
neutrinos. Entre las consecuencias de este hallazgo, se piensa que la masa de
los neutrinos tiene la llave (o una de ellas) para entender porque hay más
materia que antimateria. Si hubiera habido tantas partículas como
antipartículas en los primeros segundos después del Big Bang, se hubieran
aniquilado entre ellas dejando solamente un eco de radiación. La simetría CP se
debió de romper porque nosotros estamos por aquí.
La simetría que sí se conserva en el
ME es la simetría CPT, es decir, si invertimos el tiempo, cambiamos las
partículas por antipartículas y las coordenadas por sus opuestas, las leyes de
la física permanecen iguales. Siguiendo la filosofía de Einstein, al imponer
estas simetrías se deduce que el universo está compuesto de dos tipos de
partículas, los fermiones y los bosones. Ha habido propuestas de violación de
CPT en teorías que van más allá del ME pero la mayor parte de la comunidad
científica piensa que la simetría CPT se tiene que cumplir también en modelos
de gran unificación en los que además de la fuerza electromagnética, la débil y
la fuerte se integra la interacción gravitatoria.
Curiosamente, muchos conceptos de la
física de partículas son muy relevantes en la física de la materia condensada.
La materia condensada es una física más cercana a nuestro día a día donde se
pretende entender el comportamiento de las fases condensadas algunas bien
conocidas como la fase líquida y la sólida y otras más exóticas como la fase
magnética o la superconductora. En un principio parecería que esta física de
baja energía (1eV) no tendría nada que ver con la física de partículas
elementales que se realiza en el CERN (³ TeV). Sin embargo, en los materiales
se dan partículas efectivas que son bosónicas, o fermiónicas o incluso más
exóticas. Las simetrías C, P y T tienen un papel fundamental en uno de los
campos de investigación más activos de hoy en día, las fases topológicas de la
materia. Estas fases además de ser una revolución en la comprensión de las
fases de la materia podrían revolucionar nuestra manera de hacer computación.
El año 2015 también fue un año especial porque experimentalmente se
descubrieron los semimetales de Weyl [4]. Las partículas de Weyl no tuvieron
futuro para explicar los neutrinos pero sí se han encontrado en materia
condensada. Este descubrimiento pone de manifiesto una vez más la universalidad
de los conceptos en física.
Puede que la próxima vez que te mires
en el espejo te pase como Alicia y planees por los confines del Universo.
Notas:
[1] Standford Encyclopedia of Philosophy, Symmetry and Symmetry
breaking. (2003,
revisión 2013) http://plato.stanford.edu/entries/symmetry-breaking/
[2] Véase Capítulo 51
[3] Véase Capítulo 46
[4] Su-Yang Xu et al, “Discovery of a Weyl fermion semimetal and
topological Fermi arcs”, Science 349.6248 (2015), pp. 613{617. issn:
0036-8075}.
Belén
Valenzuela Requena
Doctora en Física.
Científico
Titular.
Instituto de Ciencias de
Materiales de Madrid ICMM CSIC.
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