¿Qué es el Viento Solar?
(Por
Antonio Guerrero Ortega)
Capítulo 16 de CIENCIA, y además lo entiendo!!!
El
sistema solar, en el que orbitan los planetas más cercanos, está definido por
un entorno dominado por el viento solar. En el inmenso espacio de la Vía Láctea
(nuestra galaxia), compuesta de millones de estrellas, el sistema solar
sostenido por la presencia del viento solar que emana de la atmósfera del Sol
es como una pequeña burbuja que envuelve a nuestra estrella en su viaje por la
galaxia. Esta burbuja dominada por el viento solar es lo que llamamos
Heliosfera.
La primera sospecha de que existía una
especie de viento que soplaba desde el Sol en todas direcciones existe desde
que se observan los cometas. Los cometas son objetos que viajan, en parte o
totalmente, por el entorno de la Heliosfera (medio interplanetario) y que la
humanidad ha podido observar fácilmente desde la Tierra desde mucho antes de la
era espacial. La característica más llamativa de ellos es lo que comúnmente
llamamos la cola del cometa, el rastro que parecen dejar en su viaje espacial
debido a que están compuestos de materia que se desprende cuando se acercan al
Sol. Lo que hizo pensar por muchas generaciones que tenía que existir un viento
que sople alejándose del Sol en todas direcciones era el hecho de que la cola
de los cometas se aleja siempre del Sol en la dirección radial, independientemente
de si el cometa se dirige hacia el Sol o se aleja del mismo. Lo lógico sería
pensar que la cola del cometa son partículas que se quedan detrás en su viaje
por el medio interplanetario, pero no es así, pues cuando el cometa se aleja
del Sol, la cola se sitúa en la parte de delante, dando a entender que existía
una fuerza con origen en el Sol que las hacía desprenderse en esa dirección.
Una de las preguntas frecuentes que se hacían era si ese viento podría ser
debido a la presión de la luz solar (la misma que ilumina la Tierra) o si se
necesitaría algún otro tipo de partículas para provocar ese efecto de arrastre
de las partículas de la cola del cometa. Además, algunos cometas muestran una
doble cola, una cola blanca brillante en la dirección radial y otra cola de
otro color, de luz más débil y dirigida en una dirección distinta. Como veremos
más adelante, muchos de los efectos observados en la época anterior a la era
espacial, solo pueden ser explicados por la presencia de las partículas con masa
en un estado de plasma. Por ejemplo, la conservación de la estructura de campo
magnético solar a distancias muy lejanas de su superficie hace posible la
captura de partículas ionizadas de la cola de algunos cometas, dirigiéndolas en
la dirección de las líneas de campo y emitiendo luz con el color característico
de dichos iones.
1 Radiación solar.
El
Sol emite dos tipos muy diferentes de radiación, una con masa y otra sin masa.
La radiación sin masa es luz (una onda electromagnética), la cual ilumina y
calienta la Tierra; la radiación con masa son partículas que escapan de la
atmósfera solar. La luz tarda en realizar la distancia Sol-Tierra unos ocho
minutos debido a que viaja a la máxima velocidad posible en el universo (la
velocidad de la luz) gracias a que no posee masa y a que viaja en un medio que
no interfiere en su propagación (cuasi-vacío). El otro tipo de radiación
corpuscular (partículas con masa) es precisamente la que provoca que el espacio
Sol-Tierra no sea un vacío absoluto.
2 El estado de plasma.
Para
ser capaces de entender la estructura del viento solar y su comportamiento hay
que saber que prácticamente todo lo que existe fuera de nuestro planeta está en
estado de plasma. El plasma es un estado más como lo son el estado sólido, el estado
líquido o el estado gaseoso. En ese orden, el plasma estaría a continuación del
estado gaseoso. El orden lo marca el grado energético que poseen las partículas
que componen la materia. En el estado sólido, las partículas poseen poca
energía, y por tanto las velocidades a las que se mueven unas partículas
respecto de las otras es prácticamente nulo. En el estado líquido, las
partículas poseen mayor energía y es posible que existan movimientos relativos
entre las mismas. En el estado gaseoso, las partículas se mueven a gran
velocidad en cualquier dirección. El cuarto estado es el plasma, en el que las
partículas poseen tanta energía, que éstas son capaces de separarse en partes
más pequeñas. Las partículas más pequeñas que constituyen la materia es lo que
se conoce como átomos, aunque sabemos que podemos separar los átomos en sus
constituyentes más pequeños, por ejemplo, en protones y electrones. La
diferencia estriba en que estos constituyentes poseen la propiedad de carga
eléctrica, positiva para los protones y negativa para los electrones y por
tanto para separarlos es necesario superar la fuerza electromagnética que los
mantiene unidos a esas distancias tan cortas. En el estado de plasma, las
partículas poseen tanta energía que sus electrones superan esas fuerzas,
quedando en un estado libre, sin pertenecer a un átomo en concreto y en
consecuencia creando campos electromagnéticos en el entorno externo. En esta
descripción del estado de la materia se tienen en cuenta los movimientos
internos relativos de las partículas y no los movimientos por otras fuerzas
externas que puedan tener el conjunto de partículas. Así la Tierra puede estar
moviendo continuamente a velocidad constante materia en estado sólido, líquido,
gaseoso e incluso de plasma.
3 ¿Es posible que el Sol emita partículas
constantemente?
La
gravedad del Sol es mucho mayor que la existente en la Tierra, por tanto
debería de ser suficiente para retener todas las partículas de su atmósfera e
impedir que se expulse un viento continuo hacia el exterior. Pero no es así, la
capa externa de la atmósfera solar (la corona) se acelera en la dirección
radial de forma que emite un flujo continuo de partículas hasta los límites del
sistema solar. Las causas de por qué sucede de esta forma no es sencilla de
entender sin recurrir a ecuaciones de estado y conservación de momento. Lo
primero que hay que entender es que la situación se encuentra en estado de
equilibrio, dado por las condiciones de contorno, que son las que existen en el
origen y el destino del viento solar, es decir, en la corona y en el exterior
del sistema solar. El hecho de existir el viento solar como flujo constante de
partículas, no quiere decir que no exista equilibrio, simplemente nos dice que
el equilibrio no es estático. La clave que hace que la atmósfera solar se
escape de su propio dominio se encuentra precisamente en dichas condiciones de
contorno; en la temperatura de la corona, de alrededor de un millón de grados
Kelvin, muy superiores a la temperatura de la atmósfera terrestre, y además en
la baja presión, densidad y temperatura existente en el exterior del sistema
solar (en el medio interestelar).
4 Eyecciones de masa coronal y viento solar
rápido.
La
corona solar, donde se origina el viento solar, se parece muy poco al exterior
de nuestro planeta, sobre todo debido a que en su interior tampoco ocurren los
mismos fenómenos. El Sol posee una rotación sobre si mismo como la Tierra, pero
su superficie no rota como si fuera un sólido, sino como plasma. Su ecuador
gira más rápido que los polos y esta circunstancia provoca que el plasma
constituya estructuras complejas en las que se producen bucles y regiones con
mayor actividad que otras. Esas regiones activas, se ven como zonas brillantes
y contienen campos magnéticos muy intensos que mantienen al plasma encerrado en
su interior y que impiden que estos sean fuente de viento solar. El estado de
estas regiones es en determinadas ocasiones inestable de manera que es posible
la reconfiguración explosiva de los campos magnéticos y la consecuente
expulsión de plasma hacia el exterior. Estas expulsiones que ocurren de manera
esporádica (por tanto no son las responsables de la formación de viento solar)
es lo que conocemos como eyecciones de masa coronal. En la superficie del Sol
también podemos observar en determinadas ocasiones otras zonas que en este caso
son oscuras, normalmente de mayor tamaño que las regiones activas, llamadas
agujeros coronales. Estas zonas al contrario que las anteriores, poseen campo
magnético abierto, de manera que permiten al plasma de la corona escapar
libremente hacia el exterior y por tanto sí que generan viento solar, pero en
este caso viento solar rápido que interacciona con el ya existente.
5 Campo magnético interplanetario.
Todas
estas estructuras de campo magnético tan diferentes en la superficie del Sol
giran conjuntamente con la rotación solar. Aunque las partículas de viento
solar son expulsadas en dirección radial, las propiedades del campo magnético
de cada zona se conservan en su propagación debido a que en este tipo de plasma
el campo magnético queda congelado. Esto se debe a que la energía que poseen
las partículas es mayor que la que posee el campo magnético. La rotación solar
produce por tanto un patrón de campo magnético en el medio interplanetario que
visto desde los polos del eje de rotación forma una espiral. Dicho patrón
demuestra la conservación de las estructuras magnéticas de la superficie solar
a lo largo de su propagación radial y por tanto permiten que desde la Tierra
podamos predecir y medir muchas de estas propiedades antes de que la alcancen.
6 Falda de bailarina.
El
Sol, además, posee una gran estructura de campo magnético, con líneas de campo
salientes en un hemisferio y entrantes en el otro. El límite entre una zona
magnética y la otra puede entenderse como una línea en la zona del ecuador
solar más o menos ondulada dependiendo del momento del ciclo solar. Este ciclo
de actividad solar dura once años y en cada ciclo la polaridad positiva (hacia
afuera) o negativa (hacia adentro) se alternan. Como se ha comentado
anteriormente, toda la gran estructura magnética del Sol se conserva en su
propagación, y esto hace que la línea más o menos ondulada que separa los dos
hemisferios magnéticos en el Sol aparezca en el
medio interplanetario como una lámina con forma de falda de bailarina,
que divide las zonas de campos magnéticos dirigidos hacia el Sol de los
dirigidos hacia el exterior del sistema solar. Dicha lámina es una zona neutra
magnéticamente que produce interesantes fenómenos.
7 La investigación en meteorología
espacial.
El
viento solar juega un papel muy importante en la relación Sol-Tierra, pues nos
conecta de una manera mucho más cercana a nuestra estrella más cercana,
permitiéndonos “tocar” prácticamente su atmósfera con instrumentos a bordo de
naves que necesitan alejarse de la Tierra una distancia relativamente pequeña
respecto de la distancia al Sol. Además, en este flujo continuo de partículas
se propagan y suceden multitud de sucesos que aún no conocemos en detalle.
Diferentes tipos de estructuras de plasma se establecen e interaccionan en este
entorno, y en muchos casos alcanzan nuestro entorno terrestre causando
importantes daños en nuestra vida cotidiana. Actualmente la disciplina que
estudia el estado del Sol y su relación con el medio interplanetario y los
entornos planetarios, para monitorizar y predecir como son afectados se
denomina Meteorología Espacial. Son muchas las preguntas abiertas en este campo
de investigación, por ejemplo, aún no se conoce con exactitud el origen del
viento solar más lento, la Heliosfera es una gran desconocida en los planos que
escapan de la eclíptica, en el que orbitan los planetas. Nuevas misiones
espaciales son necesarias para aportar los datos necesarios en esas zonas, así
como en zonas cercanas al Sol, para ser capaces de desvelar incógnitas como la
forma en que las diferentes estructuras de plasma interaccionan aumentando su
daño efectivo en los planetas.
Antonio
Guerrero Ortega
Doctor en Investigación Espacial
Profesor Dr. de
la Universidad de Alcalá
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