EN RECUERDO
Texto de José Manuel Grandela
¿Os habéis percatado de la
proximidad de las fechas en que ocurrieron estas tres tragedias?
El 27 de Enero de 1986 estaba yo
desayunando en un hotel de Madrid con mi admirado amigo Michael E. López-Alegría,
acompañado de su esposa Daria y su hijo Nicola, cuando Michael me dijo que si
había caído en la cuenta de la fecha aniversario de la terrible muerte de los
astronautas del Apollo 1 en 1967. Me confirmó que alrededor de esa fecha el ambiente
en Houston y KSC era de tristeza año tras año. Ni Michael ni yo podíamos prever
que al día siguiente nos sacudiría la tragedia del Challenger.
Michael se enteró al llegar al
aeropuerto de Nueva York, y ver a la gente arremolinada delante de un televisor.
Yo lo viví en la Estación Espacial de Madrid, atendiendo el control de vuelo
STS-51L, pero sin recibir la esperada señal del transbordador tras cruzar el Atlántico
hacia España. Cuando anunciamos a Houston que no veíamos la señal del Challenger,
su contestación fue lapidaria con voz muy grave: “There is a major contingency”.
Alguien de fuera de la sala de operaciones vino a decirnos que todas las
televisiones hablaban de la explosión del Challenger y nosotros esperándole con
la antena apuntando al horizonte por donde debía haber aparecido.
Como no quiero extenderme más,
porque es muy penoso, dejaré para otra ocasión la vivencia de la reentrada en
la atmósfera del Columbia, pero que casi ocurrió en la misma fecha de las dos
tragedias que la precedieron.
En fin, ciertos recuerdos no se
olvidan nunca.